Con mi sombrero de cartón
y alas blancas en los pies
salgo a recorrer Berlín
con mil flores para ti.
Intentando recolocar
cada pieza en su lugar
un gato azul me despistó
ahora nada de lo que hay encaja.
No sé, no sé donde arrojar
las malas hierbas
que se enredan hoy en mi cabeza y
no me dejan ver tu puerta.
No sé, no sé donde arrojar
las malas hierbas
que enjaularon a la bruja buena y
devoraron su belleza.
Si das un mal paso encontrarás
recostados en tu colchón
los dientes del lobo feroz
que ofrecen viaje al interior de saturno.
Soy trapecista sin temor
a las llamas del dragón
escondo una estrella fugaz
en los agujeros negros de mis bolsillos.
No sé, no sé donde arrojar
las malas hierbas
que se enredan hoy en mi cabeza y
no me dejan ver tu puerta.
No sé, no sé donde arrojar
las malas hierbas
que enjaularon a la bruja buena y
devoraron su belleza.
No sé, no sé donde arrojar
las malas hierbas
que se enredan hoy en mi cabeza y
no me dejan ver tu puerta.
No sé, no sé donde arrojar
las malas hierbas
que enjaularon a la bruja buena y
devoraron su belleza.