Carta al Che
Su presencia, Comandante,
está viva, está lozana
en la vida cotidiana,
en el trabajo gigante.
Aquí se mantiene erguida
la conciencia firme y clara,
Comandante Che Guevara,
del ejemplo de tu vida.
Comandante, Comandante,
Comandante Che Guevara,
aquí seguimos queriendo
la aurora profunda y clara
de tu presencia gigante.
Aquí se mantiene clara
en el dolor de tu ausencia
la aurora de tu presencia,
Comandante Che Guevara.
Aquí estamos, Comandante,
y todos puestos de acuerdo:
con la luz de tu recuerdo
seguiremos adelante.
Comandante, Comandante,
Comandante Che Guevara,
aquí seguimos queriendo
la aurora profunda y clara
de tu presencia gigante.
Aquí seguimos lo mismo
con el arma siempre lista
ante la sombra fascista
y cruel del imperialismo.
Comandante, Comandante,
Comandante Che Guevara,
aquí seguimos queriendo
la aurora profunda y clara
de tu presencia gigante.