Cuando fuiste novio mío
por la primavera blanca,
los cascos de tu caballo,
cuatro sollozos de plata.
Las manos de mi cariño
te están bordando una capa
con agremán de alhelíes
y la esclavina de agua.
La luna es un pozo chico,
las flores no valen nada,
lo que valen son tus brazos
cuando de noche me abrazan.
Lo que valen son tus brazos
cuando de noche me abrazan.
Ay, mi niño zapatero,
zapatero de mi alma,
todos están aguardando
por tu cintura entallada.
Los zapatos que tú hacías,
zapatero de mi alma,
son estrellas que relucen
alrededor de mi enagua.
Yo soy morenito y pobre
yo soy morenito y pobre
más morena es la canela
y la comen los señores
Dice la gente que tiene
veinticuatro horas el día,
si tuviera veintisiete,
tres horas más te querría.
Si tuviera veintisiete,
tres horas más te querría.