Conté del uno
hasta el diez para saber
si estaban mi pies en la tierra
si esto era un sueño fatal fuera real
que me temblaban las piernas,
hasta que el mundo en
dos partes se abrió,
cuando clavastes tus ojos en mi,
y comprendí que era cierto.
Yo frente al amor sin controlar mis
sentimientos, no supe que hablar y el
corazón dio contra el suelo,
quedándome preso de tí
de la cabeza a los pies.
Un huracaán en la piel
me sacudió cuando miré tu sonrisa
tanta belleza ante mi como si Dios se
me cruzara en la vida
era mi ángel diciendo ahí está
has encontrado la otra
mitad y no podía creerlo...