Me fui a dormir hacia las dos de la mañana
y me desperté casi al alba.
No vi la razón pero caí en una hondonada,
me suele ocurrir sin previa alarma.
Entonces entró algo de luz por la ventana
e iluminó toda tu cara.
Y estuve así, cerca de ti, sin hacer nada,
a veces sin más el mundo se para.
Primero reí, luego lloré, y te miraba,
me dio por pensar y recordaba
que llevamos casi la mitad de nuestras vidas,
yo parte de ti y tú de la mía.
Fui a recorrer lo que va de la luz al miedo
y te encontré justo en el medio.
Así que proyecté y planeé
como uno hace al creer
que no se va a romper,
que tiene que cambiar
la suerte alguna vez.
Parece que somos como fuegos artificiales,
vamos a brillar sólo un instante.
Parece que hoy voy a mirar hacia delante
hasta que todo estalle en el aire.