Cuando le dije que la pasión
por definición no puede durar,
cómo iba yo a saber
que ella se iba a echar a llorar.
No seas absurdo, me regañó,
esa explicación nadie te la pidió,
así que guárdatela,
me pone enferma tanta sinceridad.
Y así fue
como aprendí
que en historias de dos
conviene a veces mentir
que ciertos engaños son
narcóticos contra el mal de amor.
Yo le quería decir que el azar se parece al deseo
que un beso es solo un asalto
y la cama es un ring de boxeo
que las caricias que mojan la piel
y la sangre amotina
se marchitan cuando las toca
la sucia rutina
Yo le quería decir la verdad
por amarga que fuera
comtarle que el universo
era más ancho que sus caderas,
le dibujaba un mundo real
no uno color de rosa
pero ella prefería escuchar
mentiras piadosas
Y las caricias que mojan la piel
y la sangre amotina
se marchitan cuando las toca
la sucia rutina.
Y cuando por la quinta cerveza
le hablé de esa chica
que me hizo perder la cabeza, estalló,
vas a callarte de una vez por favor.
Y así fue
como aprendí
que en historias de dos
conviene a veces mentir
que ciertos engaños son
narcóticos contra el mal de amor.
Yo le quería decir la verdad
por amarga que fuera
comtarle que el universo
era más ancho que sus caderas,
le dibujaba un mundo real
no uno color de rosa
pero ella prefería escuchar
mentiras piadosas