¡Cumbia!
¡Ay, qué rico!
¡Ay, qué rico!
De la plata vive el rico,
de mugre la lavandera
se conforma con mirar
la ropa en la tendedera.
Alegre espera el verano
le pide a Dios que no llueva
para ella poder secar
la ropa de su clientela.
Ay, arrumpunué
las lavanderas
ay, arrumpunué
tienen sus penas
ay, arrumpunué
las lavanderas
ay, arrumpunué
tienen sus penas.
¡María Cristina!
la...
¡Ay, qué rico!
¡Ay, qué rico!
Viernes, sábado y domingo
lo saca para planchar
y el lunes por la mañana
la negra vuelve a lavar.
De vez en cuando un tabaco
para mitiga' el mojao
también pa’ olvidar las penas
que la vida le ha dejao.
Ay, arrumpunué
las lavanderas
ay, arrumpunué
tienen sus penas
ay, arrumpunué
las lavanderas
ay, arrumpunué
tienen sus penas.
¡Cumbia!
Su patrón es el jabón
su oficina la quebrada
su futuro está en sus manos
que siempre tiene mojadas.
Ay, arrumpunué
las lavanderas
ay, arrumpunué
tienen sus penas
ay, arrumpunué
las lavanderas
ay, arrumpunué
tienen sus penas.
¡Viejo Beto:
después no digas que a mi fiesta
no te invité!