Ella era extraña,
conversaba con el viento
le tenía miedo al tiempo...
se peinaba en madrugada
para recibir al sol...
Se sentaba en la ventana
y dibujaba en los cristales
con sus manos una cárcel
para atrapar al sol...
Y en su mirada,
detenía la alborada
me decía soy un hada
volaré hasta tu almohada
a pintarte el corazón...
me abrazaba y me pedía
que soltara mis cometas
que en su vientre vivirían...
porque sabían que ...
Yo pienso en ti...
yo pienso en ti...
y en tu mirada
yo pienso en ti...
yo pienso en ti...
y en tus mañanas.
Ella era extraña
escribía unos poemas
que, mas bien, eran teoremas
que rompían con los esquemas
de cualquier verso de amor
y de pronto una mañana
se trepó a su poesía
me dejó en caligrafía
un papel diciendo...
Yo pienso en ti...
yo pienso en ti...
y en tu mirada
yo pienso en ti...