Adiós, muchachos, compañeros de mi vida,
barra querida de aquellos tiempos.
Me toca a mí hoy emprender la retirada,
Debo alejarme de mi buena muchachada.
Adiós, muchachos.Ya me voy y me resigno...
Contra el destino nadie la talla...
Se terminaron para mí todas las farras,
Mi cuerpo enfermo no resiste más...
Acuden a mi mente recuerdos de otros tiempos,
De los bellos momentos que antaño disfruté
Cerquita de mi madre, santa viejita,
Y de mi noviecita que tanto idolatré...
Dos lágrimas sinceras derramo en mi partida
Por la barra querida que nunca me olvidó
Y al darles, mis amigos, mi adiós postrero,
Les doy con toda mi alma mi bendición...