Ella besa su virgen morena
todas las mañanas apenas se despierta.
Ella va caminando la calle
pero nunca pasa bajo una escalera.
Ella mira futbol en la tele,
y en la misma silla siempre se sienta,
ella pone su hojita de ruda
dentro del zapato y anda muy suelta.
Ella tiene mi amor para siempre,
y sabe que nada yo hago sin ella,
pero el trece no quiere ni verme
y yo que la extarño no puedo entenderla.
Porque ella me ama tan dulce,
que a mi me enamoran todas sus rarezas,
y al mirarme se pone tan mía,
con esas costumbres, con esas creencias,
que yo acabo creyendo que es cierto,
y corro por todo lo que ella desea,
y aunque ella siempre toque madera
se que voy a amarla por la vida entera.
Ella usa al reves su camisa,
como un amuleto de la suerte buena.
Ella apuesta al siete de pleno,
auqnue en la ruleta le sala una letra.
Ella cruza la calle aterrada
porque un gato negro la mira de cerca.
Ella pide en silencio un deseo
cuando desde el cielo se cae una estrella.
Ella tiene mi amor para siempre
y sabe que nada yo creo de esas,
pero cruza los dedos besando
y pide que nunca yo viva sin ella.
Ella cruza los dedos besando
aunque sabe que nunca viviría sin ella.